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El Proyecto “YAMI” ¿Tiene valor?


En el Foro de “Sinergia e Innovación Empresarial” (SIEM), que ha iniciado en la UTM a fin de exponer y examinar las ideas y proyectos de negocio de jóvenes emprendedores e interesados en la creación de empresas, ya sucedió la primera presentación de un proyecto denominado “YAMI”. Se trata de un producto de ingeniería que según sus creadores: “funciona como complemento de los teléfonos móviles con sistema operativo Android, enfocado en ayudar a los niños con discapacidad visual”. En la presentación del proyecto se dijo que es un dispositivo en forma de carcasa diseñada con controles nemotécnicos: táctiles, visuales, y auditivos, que facilitan el uso de los Smartphone en niños y adolescentes con discapacidad visual.

Este desarrollo de ingeniería evidentemente es una gran inspiración y acción noble de sus creadores, sin embargo, al pretender convertirlas en una opción de negocio resaltan varias e importantes dificultades, empezando por las cuestiones de marketing. Sus creadores declaran que su principal objetivo es “facilitar el uso del teléfono móvil a los niños con discapacidad visual”, esto significaría que tienen en mente un proyecto social y no les interesa mucho que sea un proyecto empresarial que sustente un negocio, porque toda empresa que inicia con la conquista del mercado tiene como objetivo las ganancias, por ello detecta una necesidad real y luego, realiza una propuesta de valor que entrega beneficios y soluciones a los usuarios previamente identificados.

Los creadores del proyecto declararon que este prototipo, que no enseñaron en el foro, surgió por las pruebas de usabilidad del producto con varios usuarios, pero ¿eran niños o adolescentes con discapacidad visual? Si las hicieron con cualquier perfil de usuario entonces las conclusiones estarían en duda. Quizás los creadores del proyecto están tan concentrados en su visión de ingeniería que olvidaron o no saben que un producto solo tiene éxito si se planea la orientación al mercado y específicamente a su mercado meta. En sus argumentos no hubo una sola estimación de la cuantía de usuarios del dispositivo “YAMI”.

Para ilustrar la importancia de determinar el mercado meta diré que en una nota informativa de la Organización Mundial de la Salud, de octubre de 2017, se señala que a nivel mundial el total de casos de discapacidad visual incluye a las personas que sufren de ceguera, así como los casos de "Baja Visión" en donde se incluyen a las personas que sufren algún tipo de discapacidad visual ya sea moderada o grave (OMS. 2017).

La Organización atribuye los casos de ceguera a tres causas principales: cataratas no operadas (35%), errores de refracción no corregidos (21%); y Glaucoma (8%). Asimismo, atribuye como las causas principales de la baja visión: errores de refracción no corregidos (53%), cataratas no operadas (25%), degeneración macular relacionada con la edad (4%), y retinopatía diabética (1%) (OMS. 2017).

La ceguera representa un daño irreversible, pero la baja visión necesita rehabilitación porque esencialmente es un trastorno o anomalía progresiva de la vista, lo que dificulta e interfiere en el desempeño de actividades cotidianas que requieren de la visión. El especialista David Turbert (2017) de la American Academy of Ophthalmology, señala que: "Los tipos más comunes de baja visión incluyen: pérdida de la visión central, pérdida de la visión periférica (visión lateral), ceguera nocturna, visión borrosa, y visión perezosa." El trastorno afecta los patrones de visión porque limita o impide la visión central, la visión periférica, la sensibilidad central, la percepción de profundidad o el procesamiento visual, de tal manera que una persona con baja visión tendrá que cambiar de hábitos y acostumbrase a una nueva realidad, porque: "La baja visión es una pérdida permanente de visión que no mejorará con anteojos, medicamentos ni cirugía." (Turbert. 2017)

Según los datos divulgados por la OMS: "La cifra estimada de personas con discapacidad visual es de 253 millones: 36 millones con ceguera y 217 millones con discapacidad visual moderada a grave." (OMS. 2017). De esta cuantía, se estima que el 81% son 204.9 millones de personas mayores de 50 años, de las cuales habría en 2017 un estimado de 175.8 millones de personas mayores de 50 años con algún tipo de discapacidad visual, que requieren ayuda y rehabilitación. Con tales cifras, habría que preguntarse ¿Concretamente, cuantos niños y adolescentes sufren de baja visión, en México y en el mundo? Obvio que esta respuesta es clave para orientar el proyecto "YAMI" hacia su mercado meta.

Para el especialista David Turbert: “La rehabilitación de la visión consiste en aprender a hacer las cosas de otra manera para aprovechar mejor la baja visión.” (2017) En esta situación, es ineludible la labor de los profesionales, principalmente oftalmólogos, optometristas y terapeutas, que también recomiendan apoyarse en los diversos sistemas, dispositivos y soluciones de tipo visual, auditivo y/o táctil, que ya están disponibles: “Desde relojes de pulsera que hablan, hasta tabletas, computadores, hay muchísimas herramientas para ayudar a las personas con baja visión.” (Turbert. 2017). Entonces los dispositivos para débiles visuales no son solamente un ofrecimiento voluntario, gratuito o social, son parte de la solución compleja de un tratamiento, de una recomendación o de un nuevo habito enfocado a mejorar la calidad de vida del usuario.

En México también existe una diversidad de sistemas, dispositivos y soluciones de tipo visual, auditivo y/o táctil enfocados a la calidad de vida de personas ciegas o con debilidad visual. Un primer ejemplo reciente, esta en la publicación de la Revista Tec Review (12-02-2018), en donde se anuncia el desarrollo de un dispositivo llamado "InteLentes", cuya propuesta de valor y principal beneficio es "detectar personas, animales y entornos, así como procesar y traducir textos." (Pontaza. 2018). El dispositivo que se ha desarrollado en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, con un proyecto del académico Daniel Martínez Macedo, consiste en una estructura de gafas con una cámara, un procesador con conexión Wi-fi y Bluetooth, y un auricular. Estos componentes permiten un reconocimiento pleno que orienta al sujeto de baja visión, porque: “tienen capacidad para distinguir entre animales, cosas y un entorno, así como hacer un cálculo de la edad aproximada de las personas, su género y el número que se encuentran en un lugar.” (Pontaza. 2018). El objetivo empresarial de dicho dispositivo es la producción selectiva para su venta en los lugares, clínicas y tratamientos de personas con discapacidad visual.

Otro ejemplo es la colaboración de Microsoft y la farmacéutica Novartis, que presentaron en enero de 2018 una nueva aplicación, sustentada en el desarrollo que Novartis lanzó en 2015 al mercado latinoamericano, con el propósito de ayudar a personas con ceguera y / o discapacidad visual severa. En este caso se trata de una aplicación gratuita disponible desde las tiendas de descarga, llamada: “Via Opta Hello”. Todo este desarrollo comúnmente se llama una suite, que al instalarlo dota al Smartphone del usuario con distintas funciones visuales y auditivas, cuyo valor y beneficio es concretamente: expandir su mundo visual. Sin que lo declaren, estas compañías obviamente no tienen como objetivo el lucro, sino el publicity, la simpatía de su mercado.

En conclusión: el proyecto “YAMI” casi es una realidad como producto de la ingeniería, muy seguramente tendrá éxito como un dispositivo de gran valía, pero si pretende ser una empresa sustentable, sin el afán de lucrar por la discapacidad de las personas sino de hacer un negocio, entonces necesita trabajar en varios aspectos administrativos y contables, pero empezando por un buen estudio (no confundir con una investigación) de mercadotecnia.


M.M. Perseo Rosales Reyes

Fuentes de consulta.

Arellano Cueva, Rolando (2010): Marketing: enfoque América Latina. El marketing científico aplicado a Latinoamérica. Primera Edición. México: Pearson Educación.

Kotler, Philip. y Armstrong, Gary. (2007): Marketing. Versión para Latinoamérica. Decimoprimera edición. México: Pearson Educación.

OMS. (2017). Ceguera y discapacidad visual. 28 de marzo de 2019, de Centro de Prensa de la Organización Mundial de la Salud, Octubre de 2017. Sitio web: http://origin.who.int/mediacentre/factsheets/fs282/es/

Pontaza, Dulce. (2018). ‘InteLentes’, dispositivo para débiles visuales que detecta objetos y traduce textos. 29 de marzo de 2019, de Tec Review, Revista del Tecnológico de Monterrey [ITESM]. Sitio web: https://tecreview.tec.mx/intelentes-dispositivo-debiles-visuales-detecta-objetos-traduce-textos/

Turbert, David. (2017). What Is Low Vision?. January 29, 2017. Eye Health A-Z, American Academy of Ophthalmology, Web site: https://www.aao.org/eye-health/diseases/low-vision.

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