EL SHOCK DEL FUTURO
En el aula de clases de la LCE-UTM, hemos hablado del “tsunami económico” que han enfrentado numerosas microempresas de nuestra localidad, provocando la desaparición de muchas. Esta vez -mis estimados alumnos del grupo 704- reflexionaremos en la importancia de ese fenómeno mediante el término: shock del futuro, y para quien desee profundizar en el paradigma al final dejo el link de un resumen.
Parafraseando a Thomas S. Kuhn (1971), nuestro mundo actual evoluciona rápidamente y a grandes saltos, el mercado no es la excepción. Por supuesto que es impresionante el desarrollo científico y tecnológico del último siglo que ha revolucionado nuestros hábitos y costumbres, traduciéndose en una amplia diversidad y disponibilidad de productos o servicios, pero esta tendencia también realimenta las actitudes de los consumidores y estimula las expectativas que anteceden a sus decisiones, por ello los mercadologos estamos obligados a reconsiderar continuamente la estrategia con que debe ser lanzado y comercializado un producto, insertándolo dentro de esa dinámica del mercado, creando un estado preferencial y posicionándolo en la mente del consumidor. Sin embargo, ¿Por qué no todos los productos, servicios y negocios tienen el éxito deseado? Hay dos posibles respuestas:
1). No comprendemos que la mercadotecnia va más allá de la discusión teórica y de sus dogmas; dado que en cada variación del mercado es necesario diseñar una estrategia apropiada a cada producto, servicio y negocio, evidentemente la mercadotecnia es más práctica que teoría.
2). No comprendemos que la dinámica del mercado origina un shock del futuro, y cuando este alcanza a un producto, servicio o negocio que carece de estrategias, la probabilidad de fracasar aumenta sustancialmente.
El shock del futuro es un paradigma determinante de la comercialización. Las estrategias sólo serán eficaces si a pesar de la intensidad del clima competitivo aprendemos a distinguir las oportunidades de las amenazas, potenciamos las fortalezas, minimizamos las debilidades y además, también desarrollamos las habilidades necesarias para entender, escuchar, comunicar y atender ese mercado al borde de un shock del futuro.
Dice Alvin Toffler (1993) que el término describe “las desastrosas tensión y desorientación que provocamos en los individuos al obligarles a un cambio excesivo en un lapso de tiempo demasiado breve”. Toffler teorizó sobre el comportamiento humano sometido a un shock del futuro que implica una adaptabilidad la cual se eleva desde un nivel personal hasta un nivel social y evoca preocupaciones, resistencias o temores; al relacionar el termino con el comportamiento de las organizaciones, Miller y Heiman (1993) descubren que no es el cambio en si lo que provocaría la desorientación, sino la incertidumbre creada dentro de la empresa cuando debe ajustarse inmediatamente a las nuevas condiciones del mercado sin saber cómo hacerlo, tal desorientación abre la puerta al fracaso y un ejemplo muy ilustrativo lo proporciona la antiguamente poderosa Kodak Eastman.
M. en M. Perseo Rosales Reyes
Referencias:
Kuhn, Thomas S. (1971). Estructura de las revoluciones científicas. F.C.E.
Toffler, Alvin (1993). El shock del futuro. Plaza & Janés.
Robert B. Miller y Stephen E. Heiman (1993). La venta estratégica. Grijalbo.
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