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El shock del futuro alcanzó a México

Saludos mis estimados estudiantes de licenciatura y maestría. Para iniciar las clases de este semestre empezaré por una reflexión relativa al momento que pasa en nuestro país y el contexto en el cual deberemos tomar decisiones, desde hoy y hacia el futuro.

Ya se cumplieron 40 días de la presidencia del Sr. Donald Trump y el shock del futuro, que durante años y cursos de enseñanza de la mercadotecnia y publicidad he explicado a mis alumnos de licenciatura y maestría, generó su mejor ejemplo alcanzando a nuestro país.


Los predicadores del neoliberalismo y apologistas de la globalización justifican este incomodo momento de la relación con EE.UU. como otra época de cambio en la cual hay el chance de demostrar nuestra competitividad y la importancia de nuestra bilateralidad con el poderoso vecino, lamentablemente este discurso que afanosamente divulga el gobierno del Sr. Enrique Peña Nieto son como palabras de aliento a un moribundo, porque aceptando que lo sucedido provoque un momento de cambio, este shock del futuro exige que la reacción sea inmediata y como lo denota la foto posteada, ni el propio presidente EnPeña tiene el ánimo y el carácter para enfrentar al fantoche americano; la experiencia y conocimiento de mi gente, tan mexicana como yo, me lleva a pensar que ese cambio solo podría lograrse a mediano y largo plazo ya que ahora no estamos al nivel de capacidad, de conocimientos, de esfuerzo, de visión y de otras tantas características que convierten a la iniciativa en el eje del emprendedurismo para fortalecer a nuestro sistema económico y el estilo de vida; mientras tanto los ajustes pueden ser traumantes porque implican al menos tres esferas vitales del funcionamiento de una sociedad pseudo capitalista como la mexicana y con el respeto que me merecen los artistas, sacerdotes, diplomáticos y otros de áreas no mencionadas, a ellos no los alcanza directamente el impacto de las decisiones presidenciales trumpistas; estas repercuten en las bases por las cuales sobrevive nuestro pueblo desde la independencia, como lo son: 1) la economía, 2) el derecho y 3) el trabajo y con ello la administración de negocios.

Los empecinamientos, los desvaríos tuiteros y las directivas de Donald Trump han logrado que en menos de 100 días los corporativos como Ford, General Motors, Toyota, WalMart, etc., reculen o repiensen su expansión y establecimiento en México, de tal manera que en un cerrar de ojos se perdieron posibilidades de inversión, producción, exportación y obviamente cientos y quizas miles de mexicanos se quedaron sin opción de empleo, a eso hay que agregarle la muy probable politica antiminmigrante y la deportación masiva de trabajadores mexicanos los cuales además de ser separados de sus familias difícilmente encontrarán oportunidades de empleo en el país, si anualmente hacen falta mas de medio millón de empleos para la gente de acá ahora la situación sería peor con los deportados también buscando algún empleo, y de lograrlo, no tendrán la remuneración que obtenían, perdiéndose así millones de dólares de remesas, luego, en este escenario agreguemos un casi cierre policiaco-militar de la frontera y comercial para la exportación de productos mexicanos aunque los americanos deliren por producciones como la de aguacate, lo que sin duda será un punto critico de la probable cancelación del TLC. 

En suma, esto es una brevísima consideración del momento que prevalece y afecta a nuestro país ¿Qué podemos hacer? Yo no creo en las manifestaciones ni protestas contra Trump, mucho menos cuando las organizan ciudadanos totalmente palacio o intelectualoides que terminan dándole apoyo al ejecutivo de un gobierno inepto. Lo que esta en nuestra manos hacer es despertar la conciencia nacionalista, detonar la iniciativa con las politicas de estado, enfocarse en la infraestructura productiva y de comunicaciones, confiar en la economía interna, fortalecer el poder adquisitivo y la demanda de los productos mexicanos, complementar el comercio internacional con otras naciones que también gustan de la producción mexicana y en especial, amarrar las manos de los políticos apologistas de un neoliberalismo, condicionando su permanencia en el poder para que tomen decisiones vitales tales como volver a invertir en la producción de nuestros combustibles y nuestra energía, porque la historia ha demostrado que ningún país sobrevive si tiene un gobierno apátrida y además depende de los recursos extranjeros.

Hasta aquí con mi reflexión y les dejo los siguientes links para abundar en la información y el juicio que debemos desarrollar en la discusión de grupo, que al menos les permita entender y abrir la mente ante la situación que vive el país.

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