Header Ads

ad

MÉXICO Y SU COMERCIO INTERNACIONAL

¿EN QUÉ NOS BENEFICIAN LAS EXPORTACIONES MEXICANAS?
por M.M. Perseo Rosales Reyes
Yomicubo Onlines, Blog Académico de Mercadotecnia. 6/11/2014
Prof. Investigador del ICSyH de la Universidad Tecnológica de la Mixteca

Se dice que México es un líder del mundo globalizado y nadie discute que efectivamente, desde su incorporación al GATT, allá por 1985, debido a la exigencia de los organismos financieros internacionales, principalmente el FMI que exigió al gobierno de Miguel de la Madrid cumplir con cartas de intensión donde la apertura comercial era una prioridad, nuestro país fue uno de los mejores ejemplos de las instituciones promotoras del comercio internacional y de los países que aún se conducen bajo la condición de autarquía.
 
Luego, gracias al papel activo desempeñado desde la fundación de la OMC, ocurrido el primer día de 1995, el Gobierno Federal a cargo del tecnócrata Ernesto Zedillo y sus numerosos expertos, que desempeñan cargos públicos y puestos de opinión ya sea en organismos consejeros o en los medios masivos de comunicación, no tienen ningún recato en elogiar y presumir que el país ha logrado una considerable cantidad de tratados comerciales, firmados con al menos 43 países -más otros acuerdos de complementación económica-, por ello gritan a los cuatro vientos que "México es líder indiscutible del comercio mundial y de la globalización". Pero, en toda la cantaleta faltó que esta parvada de pericos informe concretamente a los mexicanos que el liderazgo comercial solo se ha logrado con los productos más vulnerables a los vaivenes de la oferta y la demanda, que son los productos agropecuarios.

Es indudable que desde ese 1995 México destaca por la exportación de productos agropecuarios tales como: Café orgánico, Aguacates, Jitomates, Chile verde, Papayas, Piñas y también de bienes de consumo manufacturados tales como: Pan, Cervezas, Cementos, Harinas y si acaso, Pantallas planas y Automóviles, pero… ¿Realmente todo este comercio internacional es benéfico para el país o solo es una apariencia de engañabobos? No pongo en duda tal liderazgo, sino que trato de encontrar los beneficios tangibles para la economía mexicana provenientes de dicho liderazgo, especialmente cuando destaca en las propias estadísticas oficiales que hasta el año 2012, en los flujos del comercio internacional, primeramente predominan las transacciones de bienes manufacturados con marcas globales pertenecientes a las empresas multinacionales, que no necesariamente se identifican y/o no tienen un verdadero compromiso económico con el país que sustenta su exportación. Y después, en esas estadísticas se reafirman las transacciones de commodities, que son: alimentos, granos, ganado, energía, petróleo, minerales y otros insumos, así como la comercialización mediante joint venture, al cual no todos los productores tienen acceso o participan con una mayor aportación y riesgo para compensar el know how de sus socios extranjeros.

Particularmente compartiría algo del optimismo que estos expertos derrochan en Televisa, TV Azteca, Milenio y Grupo Formula, si gracias a esa apertura el comercio de aguacates, , automóviles y cervezas incidiera definitivamente en el crecimiento o el desarrollo del país, pues, un ejemplo que respalda mi duda surgió durante un foro de relaciones exteriores en el año 2013, ahí frente a la audiencia y en vivo, el mismo Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo V., tuvo muchísimos problemas para explicar el por qué: “firmamos TLCAN, firmamos TLC, estamos incorporados a la Organización Mundial de Comercio y no hemos podido superar el crecimiento de 2 por ciento” (1).
 
Para ejemplificar con un producto de exportación como la cerveza, destaquemos que: “El año pasado [2013], México exportó por primera vez más cerveza a su vecino del norte [EE.UU] que el resto de los demás países proveedores de ese mercado, por lo que una de cada dos de esas bebidas importadas por los estadounidenses es producida en fábricas mexicanas… La tendencia se produjo luego de que las dos mayores compañías cerveceras mexicanas pasaran a manos de capitales extranjeros: Grupo Modelo fue adquirido por la belga AB InBev en el 2013 y la Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma fue comprada por la holandesa Heineken en el 2010.”(2) Es decir, hasta después de consolidar la operación de compraventa de activos mexicanos para ser enajenados por entidades extranjeras, fue que el mercado estadounidense se aperturó para un concepto de cerveza que ya no es mexicana.
 
Y todavía más: con la emblemática cerveza Corona bajo su control, AB InBev “reconfigura el mapa de los cuatro grandes grupos cerveceros [InBev, SAB Miller, Heineken y Carlsberg], que se reparten aproximadamente el 60% del comercio mundial de cerveza” (3), en consecuencia AB InBev aseguró un mayor rendimiento de su inversión con un facturación promedio de 40 mil millones de dólares, con eso se confirma como la cervecera más posicionada del mundo con al menos 14 marcas globales, otras tantas marcas múltiples y locales, también reafirma su dominio del mercado mexicanos y mundial con una participación mínima del 26%. Por todo ello, además de embriagar a los mexicanos ¿Qué beneficio puede proporcionar una cerveza con identidad “mexicana” que genera utilidades del comercio global que van a parar hasta la matriz de sus actuales dueños y cuya dinámica de exportación depende de los objetivos del holding que controla su producción?
 
Generalizando, ¿A dónde van a parar los beneficios económicos de las marcas que se producen y se exportan desde México debido a las economías de escala? Además del pago de sueldos/salarios y la renta de terrenos/edificios, alguien podría decirme ¿Qué otra partida financiera proveniente de la exportación de estas marcas, se queda en México en forma de ingreso? En otra explicación complementaria, el Señor Ildefonso Guajardo reconoció que: “casi 50 por ciento de nuestras exportaciones las realizan sólo 44 grandes empresas (...), y son 15 multinacionales las que son responsables de 17 por ciento de las exportaciones’’ (4); toda está situación parece sentenciarnos a tratar de buscar beneficios directos, reduciendo la actividad propia del país a la exportación de commodities, y ¿Esta situación será una evidencia del surgimiento de una nueva forma de maquila con las marcas globales? Las respuestas las diferimos hasta alguna otra reflexión, sin embargo, como diría el afamado Carlos Monsiváis, para documentar nuestro optimismo, comparto la siguiente liga de un video que ilustra cómo está sucediendo la venta sistemática de las marcas “mexicanas” a grupos extranjeros, con propósitos amparados en las tendencias globales.
 

  
Notas:
(1). Tomado de: “SE: pese a la apertura comercial, México no supera la tasa de crecimiento de 2%”. La Jornada. Marzo 13 de 2013.
(2). Tomado de: “México, exportador líder de cerveza por cuarto año”. El Economista, Julio 13 de 2014.
(3). Tomado de: “El Mapa de la Industria Cervecera”.Boystout, Junio 8 de 2013.
(4). Tomado de: “SE: pese a la apertura comercial, México no supera la tasa de crecimiento de 2%”. La Jornada. Marzo 13 de 2013.

No hay comentarios

¿Quieres comentar algo? ESCRÍBELO ENSEGUIDA, antes que se te vaya la idea!!! Escribe tu nombre para no borrar o filtrar tu comentario.